Me he liado el primer cigarro del día, casi tan importante como el último, el de encontrar inspiración para saber qué escribir al día siguiente. Me he sentado en la terraza, con mi portátil entre las piernas, y me he enchufado el cigarro. Me dispongo a ver el amanecer del último día del año.
Ha estado bien, sí, definitivamente ha estado muy bien. Desintoxicaciones a dependencias, gente nueva, festivales en verano, días familiares y mucho aprendizaje sobre la vida en general. Los libros son los que más enseñan.
La avenida de debajo de mi casa está plagada de taxis a estas horas de la mañana, llegando a su destino o volviendo a su partida. Descansar, el día de hoy tiene una noche larga.