Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

sábado, noviembre 9

“Coge la chaqueta que luego refresca”, “no vengas tarde”, “ordena todo lo que tienes por en medio”, “estudia”, “¿por qué crecéis tan rápido?”, “hazme caso, que el diablo sabe más por viejo que por diablo”…todos tenemos una madre pesada, pero perfecta.
Esa persona gracias a la cual estáis leyendo esto ahora mismo, y gracias a la cual yo estoy escribiéndolo. Alguien que por mucho que se cabree está a tu lado todos los días de tu vida, sin excepción, físicamente, o al otro lado del teléfono. Alguien que, gracias a  sus consejos, vas a cualquier parte. Alguien que siempre te echa de menos aunque estés al otro lado de la pared.
Madres que sacan energía del café de por la mañana cuando no la hay, que sacan fuerzas de cualquier sitio de su cuerpo, y que tienen músculos que nosotros, los jóvenes, no tenemos. Son un “superman” en potencia, sin capa, pero con mucha potencia. Aprendemos de ellas, y lo que somos ahora, son pequeños matices que nos van enseñando a lo largo de los años.
Gracias por ese buenas noches antes de dormir, gracias por esas noches en vela cuando no levantábamos dos palmos del suelo, gracias por abrirme un hueco en tu cama cuando “los malos” venían a media noche, gracias por cantarme, porque tu voz suena mejor que la de cualquier cantante profesional. Gracias por hacerme huevos fritos cuando lo pedía y judías verdes cuando no me apetecía. Gracias por cada navidad y por cada cumpleaños. Gracias por ser quien eres.

Queridas madres del mundo, nosotros por vosotras, matamos, morimos, y lo más importante, vivimos. 

viernes, noviembre 8

Catalogamos a las personas sin saber que hay detrás de unas ojeras, de un vestido roto, o de un estilo descuidado. Miramos al frente, y lo primero que pensamos, es con lo que nos quedamos. "La primera impresión es la que cuenta". Que poca razón tienen las madres a veces. 
No hay que mirar al frente, hay que mirar más allá. Debajo de cada mililitro de maquillaje se puede esconder la chica de tu vida, o detrás de una sudadera puede estar el chico con el que sueñes cada noche. Simplemente, no te has parado a pensar en un por qué. Pero, tampoco lo hagas, no servirá de nada. 
No por desgracia, sino, por suerte, no conocemos a las personas a primera vista.
No sabemos si son dormilonas o no, no sabemos si les quemaron con una colilla el vestido la otra noche, ni tampoco sabemos si debajo de ese estilo descuidado hay alguien que quiere que le quieran tal como es. 
Una de las cosas más maravillosas de esta vida, es interesarse por alguien: saber cuáles eran sus aficiones de pequeño, sus objetivos de mayor, y sus enfermedades de viejo. 
La inquietud. La curiosidad. Las ganas de exprimir el pensamiento de la persona que tienes delante. Cosas que daríamos lo que fuera por saber, pero que únicamente sabremos si indagamos, y si conseguimos la confianza necesaria. Confianza que solo conseguiremos si de verdad la merecemos. 
Vive de forma que no juzgues sin saber, no hables sin conocer, no quieras sin interés, y no intentes ser de confianza si ni lo eres, ni lo mereces.


jueves, noviembre 7

"Si los sentidos no estuvieran, nada tendría sentido" ¿Paradójico? Pero completamente cierto. Una serpiente sin lengua es como un cigarro sin nicotina. Un perro sin olfato es como un puzzle sin piezas. Un adicto a la lectura, sin vista, es como un tenista sin raqueta. Un músico sin oído es como un café sin agua. Un modista sin tacto es como un parchís sin dados. Cada uno de nosotros puede carecer de alguna de estas cosas, pero otros, tienen la suerte  de tenerlas día a día y durante el resto de su vida. Así que piénsalo, muchos tenemos más suerte de la que creemos tener. Una vida para vivir, ¡siéntela!

domingo, noviembre 3


No se ni como empezar esta nota.
A veces pienso que no basta con repetirte a cada segundo lo mucho que me haces llegar a sentir.
Pero, ya ves, aquí estamos mosquetera.
Diez meses después y con la misma sonrisa que el primer día.
Seguimos siendo soñadores. Tal vez eso sea lo que nos mantenga juntos hasta el final. El llamar sin ‘ll’. El colgar lo antes posible para no escuchar un; yo más.
Tal vez ninguna canción pueda relatar esta historia. Por eso componemos la nuestra propia.
Cuenta la vida de dos locos, pesados y tontos que se contaban historias antes de dormir. Armóse de valor…
Pero te equivocas si piensas que me conformo con tu voz por la mañana, te equivocas si crees que he olvidado tu forma de respirar. Que de Madrid a Valencia hay dos pasos. Y nosotros nos queremos infinitos, ¿recuerdas?.
Pero no pares amor, no dejes de leer nuestro relato, no te canses ni desesperes, porque puedes estar segura de que nunca acabará. Tienes la medida perfecta para dejarme sin respiración, la receta que saca mi sonrisa cada vez que recuerdo tus besos.
No, amor, no soy un pesado, ni un calzón ni siquiera un tonto.
Soy tu pesado.
Soy tu calzón y tu tonto, y si hace falta el que más. Porque más que yo, no te querrá nadie, cariño.
Nada podrá nunca compararse con la voz rota de tu garganta al despertar. Tus gritos odiándome por una simple partida de cartas. Tu amor entre las mantas de arena de la playa de San Juan.
Tus susurros provocativos y tus sonrisas. Sobre todo tus sonrisas.
Los celos son eso que tenemos cuando amar y necesitar se confunden.
O , simplemente, se complementan.
Feliz día cuatro chica de mis sueños.
No te vayas nunca.

PD: tu tonto