"La mitad de la mitad de la tercera parte de la cosa más insificante que puede existir". ¿Lo entiendes ya? Eso fuiste para mi. Antes de conocerte, esa era mi descripción para ti. ¿Increíble? Alomejor. Pero cierto es. Y en cuestión de dos años, el mundo a dado una vuelta inexpicable de campana y te ha situado en mi cama. Día tras día durante todos los meses del año. Desde hace dos años soy drogodependiente: "tu mi droga,y yo tu yonki". Hace un tiempo que prefiero quedarme en casa viendo una película. No entiendo como, pero ahora adoro las mariconadas. Creo que tengo una de las enfermedades más complicadas del mundo y con la que pocos sobreviven porque se rinden: "el amor". Pero para mí es como un juego, yo soy la carta elegida, y tú el ganador.

No sirven carteles luminosos. No sirven gritos. No sirve repetirlo una y cien mil veces. Aun así, lo intentaré una vez más: "es muy fácil enamorar a una tía". Somos complicadas, aunque por fuera aparentamos ser simples. Repito, aparentamos ser simples, pero no lo somos. Creeis que con un ¡buenos días princesa! lo teneis todo ganado. Já. En mi caso, perderíais puntos. Es demasiado patético. Conquistar a una chica no es difícil, solo tienes que conocerla un poco más que los demás. Somos niñas y madres toca huevos a la vez. Tenemos la costumbre de seguir haciendo el abecedario con la chapa de la cocacola, pero también tenemos la manía de enviaros a la mierda a la mínima. He de decir, que en este último aspecto sois tontos. Pero tontos, tontísimos. Si una tía te manda a la mierda, es que se quiere casar contigo, de ahí viene lo de complicadas.
Si tuviera que darte un consejo para estar conmigo, tienes una única regla: quererme. Pocos se atreven a hacerlo.

Cojonudo, estoy en la puta gloria. No necesito nada más que lo que tengo. A la pregunta "¿cambiarías lo que tienes por lo que te falta?" yo siempre tengo la misma respuesta:

 "no tengo nada, pero tampoco me hace falta mucho más".