Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

miércoles, septiembre 28

Hoy he descubierto lo incoherente que puede llegar a ser la felicidad. Como siempre la buscamos y nunca la encontramos. Nacemos. Nos vamos formando. Poco a poco vamos teniendo uso de razón. Estudiamos para sacarnos la carrera. Nos sacamos la carrera para tener un trabajo. Tenemos un trabajo para mantenernos. Buscamos el amor. Cuando ya tenemos a nuestro príncipe nos casamos. Después de casarnos tenemos hijos. Después de tener hijos los educamos. Después rutina. Rutina. Y rutina. ¿En algún momento ha aparecido la felicidad por algún lado? No. Porque estamos nos obsesionamos con el futuro, con lo 'felices' que vamos a ser, pero da la casualidad de que detrás de una cosa va otra. Y otra. Y otra. Y nunca acabamos. Nunca llegamos a nuestro objetivo: Ser felices. 
La felicidad son pequeñas dosis de sonrisas y de alegrías. No es el regalo que te toca al llegar a la meta. Es un 'poquito a poco'. Primero apruebo bachiller y me monto una fiesta. Después acabo la carrera y me voy de viaje. Después trabajo y tengo mi pasta. Después tengo novio, y me enamoro. Después me caso y hago una boda. Después tengo hijos. Y cada día que pasa doy gracias por haber conseguido eso. 
Yo, vivo con mí presente. El futuro me pilla demasiado lejos. Me levanto todos los días pensando que ese día no se va a volver a repetir. Así lo disfruto. Hora a hora. Minuto a minuto. Y me atrevería a decir: segundo a segundo.
La felicidad la tengo a mi lado todos los días. Y la veo. Justo ahí. Conmigo. Allá donde vaya. Y si algún día veo que no aparece porque se ha escondido, entonces la busco en otras personas. Y cuando veo que esas personas son felices, entonces yo también lo soy.

martes, septiembre 27

día 37, te sigo echando de menos




Tengo la manía de hacerlo todo de golpe. De pensar en el momento, de olvidarme de lo que viene después. El vicio de gesticular mucho cuando hablo. De confiar a la mínima. El de decir lo que pienso sin reparo alguno. El vicio de no parar hasta caerme, o hasta que consigan pararme. El de cantar en la ducha la canción más patética de todos los tiempos, o el de arriesgar al máximo con los bordillos de las aceras. El de querer a alguien que me dá tardes de felicidad. También tengo el vicio de equivocarme, de cometer errores que son difíciles de reparar. Pero sobre todo, mi mayor vicio es el de sacar el lado bueno de todo y sí, se que un optimista es un pesimista mal informado, pero a veces es mejor dejar que algunas cosas pasen por alto. Hacer la vista gorda.  Tener los ojos completamente vendados. Y no ver, lo que realmente no te interesa. A veces, hacerse el tonto es la salida más fácil aunque no queramos reconocerlo. Te llamarán tonta en la cara, ¿y qué? ¿no será más tonta esa persona que sufre? el sufrimiento es opcional. Y yo, el sufrimiento lo veo como una manera de malgastar la vida. De malgastar tu vida. De amargarte por cualquier subnormal que no merezca la pena. Así, aun sabiendo lo que pasa, me hago la loca. Como si no pasara nada. Luego las devuelvo. Y créeme, "quien ríe el último, ríe mejor" y sé de lo que hablo.

lunes, septiembre 26

Te propongo un trato, hoy, vamos a empezar de cero. A partir de hoy. Diremos adiós a todo. Los errores del pasado, las peleas, las historias, y todas nuestras tonterías quedan fuera. Y a partir de ahora vamos a elaborar un 'nosotros'. En este pacto no habrán llantos que valgan. Solo se traficará con alegría. Las cosas por las que pelearemos serán para discutir quien quiere más al otro, o quién sería capaz de hacer más cosas por él. Tu y yo. Solo tu y yo. Todo lo demás queda aparte. Marcaremos nuestro camino. Desde el principio. Y no digo hasta el final porque no habrá final. Porque continuará. Recuerda. Tu y yo. Sin que nada más importe. 



sábado, septiembre 24


Hoy el amor apesta. Los chicos dan asco. Y los besos aterran. Mañana...Mañana ya veremos.

viernes, septiembre 23



¿Sabes cuando me dí cuenta de que merecía la pena quererte? Cuando sabía a ciencia cierta que confiaba en tí. Cuando estaba completamente segura de que si ponía la mano en el fuego por tí, no me churrascaría. Yo no necesitaba verte las llamadas del móvil o los mensajes, ya que sabía que de cien mensajes que tenías en el buzón de entrada, ciento veinte eran míos. No tenía miedo que salieras con tus amigos de fiesta, ya que olías a mí colonia y tenías toda la cara llena de carmín rojo. No dudaba de tus besos, sabía que eran completamente reales, es más, lo comprobaba cada cinco minutos. No necesitaba que me dijeras 'te quiero' al despedirte, yo sabía que lo sentías. 
Yo no necesito girarme en la despedida de 'ese día tan especial a tu lado' para ver si miras. Se que lo harás. 
Yo confío en tí. Y confío en tu forma de quererme

jueves, septiembre 22

que gran velada

Tal día como hoy. Tal día como hoy empezó todo. ¡Quién lo diría! Él y yo. Dos personas completamente distintas. Pero a la vez, tan parecidas. Somos compatibles en todas y cada una de las ramas de la vida. Cuando estamos juntos, es un mundo más por conocer. Hace que sea diferente. Que sea distinta. No me reconozco cuando estoy con él. Eso me gusta. Me encanta. Consigue que cambie sin darme cuenta.
Él, no es el clásico chico perfecto. Pero a mi me gusta así. Con errores que le hagan tal y como es.

martes, septiembre 20

¡BUENOS DÍAS MUNDO!

Yo, también soy de esa clase de gente que se levanta por la mañana sin planear que va a hacer ese día. De los que se ponen la alarma para aprovechar lo que queda de mañana. No soy de esa gente que hace las cosas rápido para acelerar el tiempo. Tampoco soy de esas personas que les encanta saber que va a pasar, y que morirían por saber su futuro. Eso sería demasiado aburrido. No soy de esas personas que se hecha a llorar. No estudio por diversión. Pero tampoco lo hago por obligación. Yo no cumplo órdenes. No soy de las personas que beben por emborracharse. No busco la diversión. No busco nada. No tengo ningún modelo, ni nadie a quien seguir. No sigo modas. No tengo complejos. No me escondo. No soy de las personas que habla por hablar. Soy yo. Soy. Soy una persona que se levanta por la mañana sin saber lo que ha echo el día anterior. Soy de esa clase de gente que se apunta a un bombardeo. No tengo miedo. Yo soy el miedo. Y es el miedo quien tiene que temerme a mí. No tengo traumas. No tengo enfermedades. Y si las tengo, ¡bienvenidas! No vivo al máximo cada día. Sencillamente, vivo.

lunes, septiembre 19

                                                                                      you don´t have to be afraid of what you are

domingo, septiembre 18


Si yo, tú. Si quieres, yo contigo. Y nos levantaremos juntos en esto unidos. Si me pierdo, encuéntrame. Si te pierdes, yo contigo. Y juntos leeremos en las estrellas cuál es nuestro camino. Y si no existe, lo inventaremos. Si la distancia es el olvido, haré puentes con tus abrazos. Lo que tu y yo hemos vivido es el sueño de cualquiera. Es pintar un te quiero a trazos. Si yo, tú. Si dudo, me empujas. Si dudas, te entiendo. Si callo, escucha mi mirada. Si callas, leeré tus gestos. Si me necesitas, silva. Si yo, tú. Si tú, yo también. Si lloro, ríeme. Si ries, lloraré. Porque somos el equilibrio, dos mitades que forman un sueño. Si yo, tú. Si tú, conmigo. Si te arrodillas, haré que el mundo sea más bajo, a tu medida. Pues a veces, para seguir creciendo, hay que agacharse. Si preguntas, seguiremos caminando, y sin condiciones, te seguiré perdonando. Si te duermes seguiremos soñando que el tiempo no ha pasado, que el reloj se ha parado. Y si alguna vez la risa se te vuelve dura, se te secan las lágrimas y la ternura, estaré a tu lado. Porque siempre te he querido, siempre te he cuidado. Pero, no te olvides de quererme. Quiéreme en mi locura. Si yo, tú. Si tú, yo. Sin tí, nada. Sin mí, si quieres, prueba.
Que muchas veces un mojito no quita las penas. Que no sirve de nada irte por ahí con tus amigas para despejarte. Que aunque te empeñes en buscar un clavo para que saque el otro de tu vida, no va a servir de nada. El hijo de puta está ahí. Sigue ahí. Y seguirá. Es ley de vida. Nadie en su vida a aprendido a querer a alguien de verdad sin haber sufrido antes. Ojo. Sufrir no significa llorar. Sufrir significa que te la jueguen. Y que, lo que tu creías que era de color de rosa, sea completamente negro, o que  no tenga color. Esa es la primera fase. La segunda fase es la de: 'chica, si hay muchos más peces en el mar' Y tu te quedas mirando a la gente que dice eso, y le respondes: Como si hay infinitos. Yo quiero a uno. A ese uno. No me sirve que hallan más y mejores. Para mí es él. Él.  
Con todas las letras de su nombre. 
Después, continuamos con la tercera fase. Te la han jugado tantas veces...que ya no confías en nadie. Ni en el verdadero amor siquiera. Dirás: 'yo solo me he enamorado una vez, y no pienso hacerlo más' Que la gente quiere enamorarse, pero tu no. Porque acaban haciéndote daño. Porque sabes que no vas a tener suerte. Ni ahora, ni en un millón de años.
Cuarta y última fase. Aparece alguien. Que te hace olvidar todo. Desde el primer amor de tu vida, hasta el último rollo de el sábado. Que hace que estés pendiente del móvil a las diez, a las tres, y a las cinco de la mañana si hace falta. Es un alguien, que hace que revientes los límites de la felicidad cuando estás con él. Hace que confíes en él y en el amor. 
 Porque el amor existe.Y me atrevo a decirlo. Porque el amor es increíble. Y porque estamos destinados a experimentarlo. Así que, recuerda, ni mojitos ni cubatas. Espera y llegará.

jueves, septiembre 15

A veces ser injusto está bien: tú te quedas con lo que querías y los demás se apañan con lo que hay. En cambio, ser justo cambia completamente las cosas. Todo el mundo se las tiene que ventilar con lo que tiene, entre ellos tú. Las personas somos egoístas. Porque lo somos. Hay que reconocerlo. Pero hay cosas que cambian ese defecto. Cuando quieres a alguien, no es cuestión de que seas egoísta o no, o de que pasen cosas injustas o no. Simplemente no te das ni cuenta. Todo te da exactamente igual.

lunes, septiembre 12

Que vivan las mujeres. Vivan las mujeres que no escuchan canciones románticas y las que lloran con ellas también. Que vivan las mujeres que sueñan con dormir. Y duermen. Que vivan las mujeres que apagan sesenta velas porque cumplieron sesenta años. Que vivan las mujeres que dejaron de ordenar las cosas que los demás han desordenado. Que vivan las mujeres que tienen hijos. Y las que los perdieron también. Que vivan. Vivan las mujeres que saben que un palmito jamás superará un pedazo de chocolate. Que vivan las mujeres que se atreven a vivir. Las que se atreven a vivir. A vivir. Que vivan las mujeres que dejaron de preocuparse por lo que piensa el resto, y que sin embargo, siguen preocupándose por los demás. Que vivan las mujeres. 
¡Qué vivan las mujeres!

sábado, septiembre 10

Un amigo salta cuando tu saltas. Un amigo ríe cuando tu ríes. Llora cuando tu lloras. Un amigo arde cuando tú te quemas.

jueves, septiembre 8

es todo lo contrario

No es así. Yo también he vivido eso. Y créeme que estamos equivocados. Que cuando pensamos que estamos solos, que nadie nos entiende, y que nadie está a nuestro lado para escuchar nuestras historias, no es así.   Es todo lo contrario.
Nos aprecia más gente de la que creemos. Pero eso no basta. Porque creemos que, realmente, no merecemos la pena. Y te diré algo...eres lo que eres gracias a ti, a lo bueno de tu risa y a lo malo de tus enfados. Eres tú, gracias a la gente que te apoya y te rodea, esa gente que hace que los días lluviosos puedan convertirse en el día más bonito del año, incluso por encima del día más soleado del verano. Esa gente que hace que el vaso no esté medio vacío, sino que esté medio lleno, o que, incluso, puede llegar a desbordarse.              
Eres tú. Y lo petas.

miércoles, septiembre 7

Jamás esperes mucho de los que prometen demasiado. Es mejor estar sorprendido que decepcionado

¿Por qué siempre recurrimos al camino fácil? Gritamos que queremos a una persona pero no lo demostramos.A mí no me sirve de nada que me lo repitan mil veces o, que griten tanto, que superen los niveles de la contaminación acústica. Si quieres a una persona, para el mundo para que esa persona sea feliz. Dale los buenos días. Las buenas noches. Aunque no sean buenos, porque la eches de menos, tienes que conseguir que tenga siempre una sonrisa en la cara. Haz todo lo posible porque esa persona se sienta incompleta; tiene que  saber que, toda la felicidad, la encontrará a tu lado.

martes, septiembre 6

somos la torre effiel encendida un catorce de febrero

Voy a estar contigo, lo sabes ¿no?. Porque no sé cuando me enamoré de ti ni cuanto, porque no hay metros cúbicos ni litros para medir todo eso. Pero si sé por qué. Porque tienes un hueco aquí, entre el lomo y el pecho, y cuando pongo la cabeza me siento en casa. Y porque todas las fotos que tengo tuyas sales siempre sonriendo. Porque la primera vez que te besé, nuestros dientes se rozaron por una milésima de segundo. Y fue increíble. Y la hora exacta de ese beso, eran las doce y diez. Y quité la pila del reloj. Para que se quedase la hora detenida para siempre. Parada. El minuto exacto en el que me besaste, esta metido en un reloj. Para siempre. Y ya nunca sé que hora es. 
Pero me da igual. 

lunes, septiembre 5

la risa es un calmante sin efectos secundarios

Hoy me he levantado realmente simpática. Me he reído de los buenos días. He desayunado un par de horas de televisión y seguidamente me he vuelto a la cama. Después he pensado que dormir es una pérdida de tiempo; me he puesto la música a tope y me he puesto frente al espejo. Mientras a algunas personas se les acaba el mundo, el mío solo acaba de empezar. Yo salto y canto lo más fuerte posible, y soy feliz. No veo motivo para no estarlo. Quien opine que la vida es para sufrir, no tiene ni idea de lo que está hablando.

domingo, septiembre 4

Si es el indicado, será para ti.

Sin palabras. Era como llegar a otro país, sin tener ni idea del idioma y no poder ni hablar. ¿Bloqueada?. No. ¿Sin respiración?. No. ¿Angustia?. No. ¿Ganas de toser?. Tampoco. ¿Nerviosa?. No. No. No. Y finalmente no. Al tiempo comprendí lo que me pasaba. Estaba enamorada. Ahí fue cuando creí en el amor por primera vez. Las miradas. Las sonrisas. Los escalofríos. Si. Esas cosas que le suelen pasar a los raros.
 Cada vez que me hablaba era como si mis dientes se chocaran de la emoción y mis labios se sellaran. No quería ser la típica chica fácil que conquistara al minuto. Aunque ya lo hubiera hecho. Cada vez que le iba a contestar pensaba en cada detalle: no debía parecer que quería tontear a la primera de cambio porque sino daría a entender que no me como una rosca, tampoco quería parecer la típica estirada que va de potente. ¿Al final? Al final es mi marido. Y me quiere tal y como soy.

siempre a mi lado

Todavía recuerdo su olor. Todavía recuerdo verlo aparecer con sus pintas que según él, era lo que le diferenciaba del resto: "su encantador estilo". Todavía recuerdo sus tonterías. Es más, recuerdo como me miraba cuando iba a decir algo sin sentido y luego se iba a reir. Recuerdo como me daba besos sin venir a cuento.

viernes, septiembre 2

C98

Y esperé, y esperé. No me rendí. Lo intenté una vez. Y otra. Y otra más. Aún así no me he cansado. Que sea difícil no significa que sea imposible. Y que sea imposible no significa que me vaya a rendir.

jueves, septiembre 1

más vale darse cuenta antes

Cuando nos enfadamos con una persona, al principio estamos orgullosos de haberlo hecho ya que creemos que tenemos razón y que de alguna manera, no importa estar unos días sin hablar. Después entramos en la etapa de pensar por qué tontería nos hemos enfadado esta vez. Pensamos. Volvemos a pensar. Más tarde, llegamos a la conclusión de que quizás tenemos demasiado orgullo y deberíamos aflojar. Es más, aflojamos, aflojamos hasta estar completamente seguros de que queremos que pase ya esta situación. Nos acojonamos. Nos entra el clásico miedo de perder a la persona. Nos importa demasiado. Y nos damos cuenta de que nuestro carácter nos ha jugado una mala pasada. Espero que llegues pronto al momento de rectificar, hay veces, que es inútil. 

acaramelados

Utilizamos las comillas para explicarnos mejor. Utilizamos las comas para respirar. Utilizamos las exclamaciones para poder chillar. Utilizamos las los dos puntos para, de alguna manera decir, ¡allá va! Y utilizamos los "te quiero" tan famosos, para intentar desahogarnos, hacer feliz a otra persona, y para tener una excusa para dar un beso.