Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

jueves, septiembre 1

más vale darse cuenta antes

Cuando nos enfadamos con una persona, al principio estamos orgullosos de haberlo hecho ya que creemos que tenemos razón y que de alguna manera, no importa estar unos días sin hablar. Después entramos en la etapa de pensar por qué tontería nos hemos enfadado esta vez. Pensamos. Volvemos a pensar. Más tarde, llegamos a la conclusión de que quizás tenemos demasiado orgullo y deberíamos aflojar. Es más, aflojamos, aflojamos hasta estar completamente seguros de que queremos que pase ya esta situación. Nos acojonamos. Nos entra el clásico miedo de perder a la persona. Nos importa demasiado. Y nos damos cuenta de que nuestro carácter nos ha jugado una mala pasada. Espero que llegues pronto al momento de rectificar, hay veces, que es inútil.