Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

domingo, septiembre 18

Que muchas veces un mojito no quita las penas. Que no sirve de nada irte por ahí con tus amigas para despejarte. Que aunque te empeñes en buscar un clavo para que saque el otro de tu vida, no va a servir de nada. El hijo de puta está ahí. Sigue ahí. Y seguirá. Es ley de vida. Nadie en su vida a aprendido a querer a alguien de verdad sin haber sufrido antes. Ojo. Sufrir no significa llorar. Sufrir significa que te la jueguen. Y que, lo que tu creías que era de color de rosa, sea completamente negro, o que  no tenga color. Esa es la primera fase. La segunda fase es la de: 'chica, si hay muchos más peces en el mar' Y tu te quedas mirando a la gente que dice eso, y le respondes: Como si hay infinitos. Yo quiero a uno. A ese uno. No me sirve que hallan más y mejores. Para mí es él. Él.  
Con todas las letras de su nombre. 
Después, continuamos con la tercera fase. Te la han jugado tantas veces...que ya no confías en nadie. Ni en el verdadero amor siquiera. Dirás: 'yo solo me he enamorado una vez, y no pienso hacerlo más' Que la gente quiere enamorarse, pero tu no. Porque acaban haciéndote daño. Porque sabes que no vas a tener suerte. Ni ahora, ni en un millón de años.
Cuarta y última fase. Aparece alguien. Que te hace olvidar todo. Desde el primer amor de tu vida, hasta el último rollo de el sábado. Que hace que estés pendiente del móvil a las diez, a las tres, y a las cinco de la mañana si hace falta. Es un alguien, que hace que revientes los límites de la felicidad cuando estás con él. Hace que confíes en él y en el amor. 
 Porque el amor existe.Y me atrevo a decirlo. Porque el amor es increíble. Y porque estamos destinados a experimentarlo. Así que, recuerda, ni mojitos ni cubatas. Espera y llegará.