Hoy me he levantado realmente simpática. Me he reído de los buenos días. He desayunado un par de horas de televisión y seguidamente me he vuelto a la cama. Después he pensado que dormir es una pérdida de tiempo; me he puesto la música a tope y me he puesto frente al espejo. Mientras a algunas personas se les acaba el mundo, el mío solo acaba de empezar. Yo salto y canto lo más fuerte posible, y soy feliz. No veo motivo para no estarlo. Quien opine que la vida es para sufrir, no tiene ni idea de lo que está hablando.