Si yo, tú. Si quieres, yo contigo. Y nos levantaremos juntos en esto unidos. Si me pierdo, encuéntrame. Si te pierdes, yo contigo. Y juntos leeremos en las estrellas cuál es nuestro camino. Y si no existe, lo inventaremos. Si la distancia es el olvido, haré puentes con tus abrazos. Lo que tu y yo hemos vivido es el sueño de cualquiera. Es pintar un te quiero a trazos. Si yo, tú. Si dudo, me empujas. Si dudas, te entiendo. Si callo, escucha mi mirada. Si callas, leeré tus gestos. Si me necesitas, silva. Si yo, tú. Si tú, yo también. Si lloro, ríeme. Si ries, lloraré. Porque somos el equilibrio, dos mitades que forman un sueño. Si yo, tú. Si tú, conmigo. Si te arrodillas, haré que el mundo sea más bajo, a tu medida. Pues a veces, para seguir creciendo, hay que agacharse. Si preguntas, seguiremos caminando, y sin condiciones, te seguiré perdonando. Si te duermes seguiremos soñando que el tiempo no ha pasado, que el reloj se ha parado. Y si alguna vez la risa se te vuelve dura, se te secan las lágrimas y la ternura, estaré a tu lado. Porque siempre te he querido, siempre te he cuidado. Pero, no te olvides de quererme. Quiéreme en mi locura. Si yo, tú. Si tú, yo. Sin tí, nada. Sin mí, si quieres, prueba.