Y lo importantes que pueden ser los detalles a veces ¿verdad? Dejamos que la vida pase como si nada y no nos damos cuenta de las mínimas oportunidades que se nos presentan. Una sonrisa a medio día, cuando no tienes ganas de nada, solo de esa siesta en la que te has levantado pensando esta mañana. Un abrazo cuando todo el mundo está a lo suyo y ni se da cuenta de que lo necesitas. Ese chupito que llevas deseando desde que empezaron los exámenes. Esa carrera a las doce de la noche en pleno agosto, cuando los aspersores se encienden sin avisar.
Yo si que me fijo en los detalles, me fijo en las cosas diminutas pero a la vez tan importantes. ¿Un ejemplo? La izquierda de esta foto sin ir más lejos.