Y lo jodido que es el cielo cuando decide ponerse a llover, recordándome una vez más que no paro de echarte de menos.
Ojalá algún día llegue a echarte de más.
Porque, joder,
qué fácil es quererte.
Soy adicta a esa forma de desquiciarme, y a esa forma de mirarme cuando no tienes nada que decir.
Ya entiendo eso de quedarse sin palabras,
y sin respiración,
y sin ganas de nada,
pero si de ti.
Que toco el cielo cada vez que me rozas,
y que vivo esperando a que el sol se apague,
para poder ver como compites con la luna,
por pasar más noches.
A mi lado.
O conmigo.
Que no me acostumbro a no besarte,
y que a veces duele.
Pero llegas, pones todo patas arriba,
y me recuerdas lo fácil que es quererte.
Y lo fácil que es ser feliz.
Contigo.
Porque sí, contigo.