Hoy celebro un gran día, de los pocos que tengo últimamente, y he decidido intentar impresionaros en vocabulario y tinta (electrónica por desgracia) de prosa.
Hoy celebro mi adelantada, pero por diversas razones, lotería de navidad. Me ha tocado el primer premio, el de no volverte a ver. El de cruzar los pasillos sin miedo alguno de que cabe la posibilidad de también cruzarme con tu mirada, fría y sin sentido como los últimos años. Hoy es el día en el que he decidido perder el anillo horneado con promesas, grabado a fuego después de que las cenizas se las llevase la suave brisa de tus mentiras (escasamente piadosas).
Definitivamente fuiste peligrosamente astuto, intentando hipnotizarme con tus más elaborados trucos. Trucos que no se refieren a magia, porque de eso no había.
Espero que esa compañera de "cama" te pille con el as debajo de la manga, y que muchas otras consigan darse cuenta del doble fondo de tu caja, o de tu habilidad para trucar la baraja.