Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

miércoles, febrero 1

Querida Holly, no tengo mucho tiempo, no literalmente, sino porque has salido a comprar helado y volverás pronto. Esta será la última carta, solo me quedará una cosa por decirte. Esta carta no es para que me recuerdes, ni para que compres una lámpara, puedes cuidar de ti misma sin mi ayuda. Es para decirte cómo me he sentido, cómo me has cambiado, me has convertido en un hombre queriéndome Holly, y por eso, te estoy eternamente agradecido, literalmente. Quiero que me prometas algo, que nunca estarás triste, o insegura, o perderás por completo la fe. Gracias por aceptar ser mi esposa, soy un hombre que no se arrepiente, qué suerte que he tenido. Tú has llenado mi vida Holly, pero yo solo soy un capítulo de la tuya. Habrá más. Te lo prometo. Y ahora viene, el gran consejo: no tengas miedo a volver a enamorarte, prepárate para esa señal que parece el fin del mundo.
PD: siempre te amaré