Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

viernes, febrero 24

En el siglo XV, los trovadores declaraban su amor componiendo sonetos y cantándolos delante de todo el mundo. Hacían feliz a su amada diciendo verso a verso lo que sentían por ella. La amada, normalmente, era de la nobleza, y estaba casada con un príncipe, duque o cualquier hombre que tuviera un cargo más prestigioso que el de trovador. Lo cual, los trovadores creían en los amores imposibles. No se rendían. Estaban dispuestos a componer millones y millones de estrofas, sonetos, y utilizar toda clase de metáforas solo para que su amada supiera lo que estaban dispuestos a hacer por ella. Después, llegamos al siglo XVIII, en este siglo, el amor se deterioró bastante. Los escritores empezaron a redactar libros e historias de amor, mientras le ponían los cuernos a su esposa con mil más. Decía a cada una de sus amantes que el libro lo había escrito por y para ella, es decir, el autor escribía refiriéndose a cinco personas a la vez. Aun así, el enamorado, demostraba su amor escribiendo páginas y páginas sobre historias con un final feliz, concretamente, un final feliz con cinco personas diferentes, pero un final feliz. Bien, llegamos al siglo XXI, en el cual, me río yo de las declaraciones de amor. Aquí no solo están con cinco a la vez, sino, que no hacen nada por ninguna de las cinco con las que están, y ellas lo permiten. Podemos decir, que el amor de la época actual está muy por debajo de cero. Aparte de todo esto, las mujeres son posesiones. Si una mujer tiene novio, no te acerques a ella, el novio te partirá la cara en cuanto le toques un pelo. En el siglo XXI no creemos en los amores imposibles, simplemente ni nos los planteamos. No luchamos. Nos quedamos sentados en el sofá esperando a que en 'vía twitter' cuenten la maravillosa noticia de que lo han dejado. Según mis cuentas, si seguimos así...en el siglo XXIV el amor no existirá, ni el posible ni el imposible. Somos demasiado vagos para eso de estar enamorado.