Estábamos en Nueva York. El sueño de mi vida. Era tal y como me imaginaba. Bueno, miento, era incluso mejor. Las calles con todas las vallas publicitarias, y todas las boutiques que parecían mansiones de moda cuando entrabas dentro. Cada restaurante al que fui era exquisito, te servían desde comida italiana hasta comida marroquí. ¡Probé por primera vez el té moruno de hecho! EL 'Empire State' era increíble. Y ni hablemos de la estatua de Nueva York, si era bonita en las películas, imagínate en la realidad. Una pasada. Una pasada enserio. Y...¿sabes por qué se todo esto? Porque él me lo contó. En el viaje ni me dí cuenta de que estábamos en Nueva York. No podía apartar la vista de él. Lo único que quería era estar abrazada a él y besarle. Se que suena completamente loco, pero así fue.