Quiéreme la mitad de lo que lo hago yo
Las caricias del insomnio últimamente me dejaban por las nubes,
no sabía si era que la locura consumía más de lo normal mis días,
o si eras tú el que no estaba,
para hacer de mis noches...
ya sabes,
que no fueran noches.
También me delataban las sonrisas espontáneas,
que, curiosamente,
aparecían a la vez que tu.
Me faltaba tiempo, me sobraban las ganas,
y ahora también.
Cada vez me asustaban más los escalofríos que me recordaban que no estabas cerca,
y me aterraban las palabras que deciden callarse cuando estas aquí.
Pero.....
si, PERO:
yo más.