Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

jueves, abril 9

Hagamos que tu eres yo y que yo soy tú,
y que no somos partícipes de esta locura solo,
sino de varías, 
que en concreto, y con redundancia,
me están volviendo loca.

Hagamos un pacto, 
el de no entretenernos,
el de seguir moviendo las pestañas aunque el mundo pare,
o el de seguir besándonos aunque el semáforo se ponga en verde.
Prometo intentar no estrellarme,
aunque es complicado teniéndote de participante. 

Imaginemos que yo soy la que nunca te lleva la contraria,
la que no tiene los sentimientos a flor de piel, 
o la que adora cualquier película que sea de tus favoritas.
Imaginemos que no te echo de menos cada vez que nos separan centímetros, 
que no cierro los ojos cada vez que te recuerdo para centrarme en tu sonrisa
o que no adoro soñar contigo. 

Imaginemos.

Imaginemos que nada de esto es cierto, 
y que no quiero tu mirada cada día para desayunar, 
ni tu perfume,
ni tu pelo de loco cuando te despiertas,
ni tu pulgar amorfo,
ni tu forma de besarme, agarrándome justo la porción de labio que me muerdo cuando los nervios me recorren todo el pecho, 
y que a mi no me salga esa forma.

Imaginemos que odio tu cuello, 
y que no pagaría mil noches en vela por vivir ahí. 
O que nunca me gustaría escribirte, 
en la espalda,
para ser yo misma la que lo lea,
todo lo que pienso cuando te tengo en frente,
                    que imaginemos que no es nada,
                    pero que en realidad,
es todo.

Imaginemos todo.
Sería ilógico que algo de esto fuese verdad,
pero...
soy una chica dura, ya sabes.

Y riete, 
porque cada vez que lo haces,
me acuerdo de por qué estoy contigo.


-Palabra mágica.