Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

viernes, abril 5




Aún recuerdo ese momento. Cuando la miras a lo lejos, acercándose, y sientes que te ahoga la corbata, que te pesan los pies, que te acuerdas de ella. No hicieron falta palabras. Ella me desnudó con la mirada, me aflojó la corbata y se deshizo de mis zapatos. Fue entonces cuando llegamos a ese infinito que llamamos cielo. Cuando comprendimos que no se necesita música para bailar. Cuando solo te importa tirarte encima de ella y darle un momento inolvidable, de esos que le habías prometido.

            Y joder, no es malo que nos pesen las lágrimas, podemos levantarlas juntos. Y con el rastro de rímel que dejen por tus preciosas mejillas, escribiremos el resto de nuestra historia, repleta de paredes de cristal y besos por tu espalda. Y gritaremos cada puto día, que, pese a todo, cada día ha sido el puto mejor día de nuestras vidas.

                                                  
            Borraremos los finales felices de los diarios. Que las buenas historias nunca se acaban. Eso de que ella me enseñó a volar por encima de las nubes, a gritar por encima de todos, a querer por encima de todo, a estar ahí, para todo. Empezando por infinito. Eso de que de repente hay alguien que vuelve posible ese uno por ciento que había entre lo imposible.

            Que habrán películas en el cine, y la película fuera de este. Que dejaremos a un lado lo predecible y pasaremos a las sorpresas para comer. “No hablen de amor si no conocen sus placajes”. El truco será vivir por tu sonrisa.

                       

                ESCRIBAMOS EL RESTO