Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

jueves, febrero 5

Sí, podemos decir que estuvo bien.
Estuvo bien eso de sonreírnos sin mirarnos, 
eso de querernos sin buscarlo,
eso de ser tu y yo sin ser nosotros.

Qué manera tan "non grata" de perder el tiempo, ¿no?
desearnos sin poner punto muerto,
aunque nosotros ya lo estábamos, y nos daba igual.
Los recuerdos nos salvaron una vez más.
A mi también me salvó la poesía de tus ojos, he de decir.

Jugué leyendo entre líneas,
y me drogó tanta palabra.

Creía utilizar la vista, cuando en realidad eran mis manos las que te miraban,
con sigilo,
pero te miraban rozando la timidez.
Conseguí llegar a lo inalcanzable de los imposibles,
y me mantuve, quieta, en tu lado derecho de la cama.

Decidí perturbarte sin que te dieses cuenta,
sin que supieses quien era,
hasta que lo descubriste, pero no a mí.
Descubriste mi plan de enamorarte haciéndote daño,
y sin, por una vez, hacérmelo a mi misma.
Pero también te hice el amor.

Por una vez fui la que abría la herida,
y no la que sucumbe a las noches de "tiritas de compensación".

Ojalá te quisiera mejor,
aunque todavía prefiero hacerlo a mi manera.
Soy, y seré, de las más cabronas que te encontrarás en esta vida,
pero de las que enganchan.