Juntos.
Puede que tengamos que memorizar muchos techos, muchos bares
en nuestra larga calle, puede que seamos un poco el rico de la película o el
cantante, puede que tengamos suerte y puede que no, puede que hagamos trampa al
correr por el paseo del puerto, o incluso puede que no todos nuestros sueños se
cumplan. Pero una cosa está clara. Siempre estaremos juntos. Juntos…
Y me he puesto ha pensar en miles de razones para besarte,
llevo horas mirando al techo, escuchando gritos en mi cabeza, gritos que un día
prohibiste, pero para nada me siento culpable, por mucho que hablemos de
esposas. Al final, entre tanto pasillo y beso y ensaimadas en mi esquina
preferida de tu cama, he llegado a la misma conclusión de siempre. Eres tan
maravillosa, que no me queda otra cosa que tenerte que querer. Como ya dije una
vez, embriagadoramente perfecta. Solo para ti mi vida.