Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

sábado, mayo 11


Chica de mis sueños, ¿eres tu?.
Se me hace raro verte desnuda, sin ese mar de metáforas que solía envolverte. Y nunca se me ha dado muy bien escribirte sin ropa. Pero ahora que toda está lavando, necesito hacerlo. Necesito que caiga una lluvia de palabras con las que organizar la locura que se me ha subido a la cabeza, bueno, y a la mesa del comedor y a tu cama y a nuestra azotea, y, en fin, jodido mundo de locos…

Y ahora, mis sueños son recuerdos, y los recuerdos mi presente, y mi presente resume todo mi futuro. Victoria, medicina, Valencia. Por ese orden, exactamente el de tus lunares, que ya que los cuento, los sueño. Que te lo tengo que confesar. Voy camino hacia tu boca y no puedo dejar de pensar en tu forma de acariciarme la espalda. Puede que te suene raro, pero necesito 48 horas de descontrol. Necesito un clímax infinito en el que el orgasmo este a la orden del día, uno de esos que te ponen cachondo solo de pensarlos. Pero aun hay más. Vaya confesión tan sutil, pensarás. Y es que, voy camino hacia tu espalda y no puedo dejar de pensar en la playa, es un atardecer, sin cangrejos, prometido, solo millones de formas de quererte convertidas en granos de arena, bañados en ese mar de metáforas que ahora nos envuelve, locos, y juntos.