Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

lunes, abril 30

El primer novio que tuve me enseñó a que hay que querer con los defectos, que no solo podemos querer a la persona en su estado de perfección. Uno de los de en medio, en mi época "soy una capulla, cuidado con quien se me acerque", me enseñó que no hay que hacerle a otros lo que te han hecho a ti, porque, ni se lo merecen, ni tú te lo mereciste en su momento. El hermano de éste, me enseñó que el amor no entiende de edades. Para acabar, mi último novio, ex desde hace tres días, me enseñó que el tiempo en el amor es como un cronómetro: puedes pararlo y sentir que no hay nada más que tú y esa persona, o puedes acelerarlo tanto que, el día que te das cuenta, ya has olvidado a esa persona.