Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

domingo, septiembre 22


Sin ninguna duda eres preciosa. Y eso es algo que nunca dejaré de recordarte.
Ya te lo dije.
Es como ese olor de la gasolina. Ese que te obliga a abrir la puerta del coche como si fuera una droga. O, lo que es más, un amor.
Eso siento yo cuando huelo tu pelo.
Y si, es una copia, calcado de mis sentimientos, leído en lo más profundo de lo que sea. De mi ser.
Y el tuyo.
Gracias, cariño, por darme una vida rodeada de poesía.
Día a día. También.
Tus poemas se me hacen cortos. Como los tíos.
O pavos.
Cada cual más corto. Supongo que son los celos.
No te preocupes, que por celos. Lo nuestro será eterno.
Y es que, de verdad, eres preciosa.
Y tu forma de mirarme, o de cenar conmigo, o de volverme loco cuando te haces la enfadada, me puede. Al igual que tu forma de seducirme cuando bailas.
Como si no estuviera ya totalmente seducido.
Y que cada vez lo estoy más.
Y recuerdo cuando hablábamos de una tal camarera de las estrellas. Y ahora las estrellas tienen tu nombre.
Vamos avanzando.
Flores amarillas, rojas, Valencia o Madrid. Me es indiferente.
Sigues estando en mis sueños. Siempre con ese olor. Y te beso, y resulta que no es un sueño. Y joder, que suerte. Pienso.
Y lo único que quiero que sepas es que te quiero.
Que no olvides que tienes un chico donde quiera que estés.
Que soy tu chico. En lo bueno y en lo malo.
Lo arreglaremos a base de besos. Y pinchos de gulas.
Y cuando pienses equivocadamente que me echas más de menos que yo, mira al cielo. Eres la protagonista de mi cuento de intriga. Intriga para algunos.
Porque hace tiempo que escribimos el final. El cual dice…
Juntos, siempre.
Nunca me has fallado. Ni lo más mínimo.
Y la lealtad es un concepto atípico.
Otra de las infinitas cosas que te hacen especial. Tengo demasiadas cuentas pendientes de ti.
Y por cuentas, me refiero a besos.