"Soy una chica que no suele sorprenderse. Una chica a la que no le gustan los -te quiero- forzados al final de una conversación. Soy de las que no le gustan las cosas predecibles. No me gusta despertarme pensado en alguien y acostarme pensando en el mismo. Es como muy monótono eso del amor ¿no?. Supongo que en algún momento la monotonía cansa, y, a mi me gusta hablar de -para siempre- antes que hablar de -para un rato-. Me gustaría tirarme al puerto, una noche de un sábado, a las 4 de la mañana en pleno enero.
No acostumbrarme a los -te quiero- y que fueran inesperados. Sorprenderme cada mañana con una nota de voz nueva. Echarle de menos solo con girar la mirada. Comerle a besos cada vez que suena nuestra canción en una discoteca. Me gustaría despertarme y acostarme a su lado, y no pensando en él, que también.
En resumen, si quisiera pedir algo, pediría única y exclusivamente, que te quedases."