El problema no somos nosotras, sois vosotros. No sabéis elegir. Tenéis unas teorías un tanto extrañas que no os llevan a ningún sitio, bueno, en realidad sí: a corto plazo seréis unos capullos que se follan a las guarras, a largo plazo seréis de esos hombres que acaban solos lléndose de puticlub en puticlub con los amigos del curro. ¿Me explicáis entonces por qué creéis que vuestras teorías son tan valiosas? Elegís a la más guarra, a la que más ha follado, a la que la chupa y a la que no te pide explicaciones de nada. Estáis con ella durante un mes, os cansáis, y...¡a por la siguiente! Así os pasáis toda vuestra adolescencia, y cuando llegáis a los 25, os dais cuenta de que os habéis enamorado de vuestra mejor amiga, de que os lo pasáis genial con ella y que os da igual si la chupa o si folla como una coneja, incluso, sonreís cuando os pide explicaciones de algo. ¿El problema? Vuestra mejor amiga os conoce mejor que nadie, y sabe lo capullos y arrogantes que habéis sido, en ese momento, es la elección de las chicas: el menos capullo, el que te dice 'buenos días princesa', y el que te hace reír. Jaque-mate.