Tropecé, me giré y desperté.
Tope con un chico más
y acabó siendo de los que menos,
de los que menos piensas encontrar.
Confundirme, y confundirme durante toda mi vida
pero al final,
y por fin,
elegirte.
Elegir quererte,
elegir cuidarte,
elegir mimarte,
elegir besarte
y odiarte cada vez que no lo haces.
Risas entre gofres,
asqueándonos de tanta confianza,
pero a la vez adorándonos por ello.
Dicen que las ranas que se besan,
nunca regresan,
pero mi príncipe no se va,