Dedicado a las personas que son conscientes de que el arte, la poesía, la música y las letras, son los sentimientos que despiertan el alma. A los locos. A los maniáticos. A los perdidos. A los desordenados. A los cobardes. A los distantes. A los inquietos e inquietantes. A los hiperactivos. A los amantes de la Paulaner. A los que surfean. A los desconocidos. A los risueños. A los imaginativos. A los amantes del cine. A los refugiados. A los que odian el queso. A los imperfectos. A los que odian las normas y se salen de lo cotidiano.

Yo también soy una de vosotros.

jueves, septiembre 4

Era la jefa de la cerveza, la capitana de tres navíos rumbo hacia ninguna parte. Era la que ponía mi vida patas arriba con sus sinsentido y sus ganas de tirarlo todo por la borda. Era la que no destacaba si no te fijabas en los detalles, pero en cuanto no sobrepasabas el límite de velocidad, era inevitable mirarla. No, no hablo de su sonrisa, ni de sus ojos color cielo, ni de su boca sabor a miel, ni de sus manos recorriendo mi piel; hablo de que puso boca abajo mi pasado, y elevó mi presente hasta que no supe ni dónde estaba, pero no tenía miedo, me prometió no escaparse a ningún lugar remoto si no era conmigo. Era la azafata que te vendaba los ojos para que no tuvieras ni puta idea de que suelo ibas a pisar, y sobretodo, era la encargada de que eso te diera igual. Conseguía que me pusiera nervioso cuando entraba en la cafetería de siempre, a cien metros de la mesa de siempre...Era eso de que sin mirarla me temblaba ese musculo que nadie le dio nombre. Era la que nunca hubiera elegido porque me asustaba el momento de recaer en la bebida cuando no estuviese, pero mi destino decidió actuar por mí.

"Un white label con hielo"-dijo la que cada noche se acuesta en el lado derecho de mi cama.